martes, 18 de diciembre de 2012

El ‘red’ que no triunfó de azul


Verano de 1987. Jerez prepara una obra faraónica en las inmediaciones de la Hijuela del Polo, más allá de las vías del tren. El Estadio Olímpico de Chapín alzaba sus primeros cimientos y a pocos metros, en el campo cedido por la firma bodeguera Domecq, el Xerez preparaba otra obra, la del primer equipo con serias aspiraciones a ascender a Primera División.
Un club casi de andar por casa invierte más de 100 millones de las antiguas pesetas en un proyecto que incluye jugadores llegados de Primera División como Sanabria (Sevilla FC), Aleñá (Mallorca), Orbegozo (Sporting), Navajas (Valencia) o Eizmendi (Real Oviedo).
Entre todos ellos se cuela el primer ‘red’ que tuvo el Xerez, un espigado delantero, al más puro estilo ‘british’ que años antes había triunfado en el Liverpool, así como en las categorías inferiores de la selección inglesa. Era David James Hodgson.
El nombre de Hodgson puede que no resonara tanto al aficionado del Xerez de la época como los de Sanabria o Aleñá, jugadores reconocidos de la Liga Española, pero su trayectoria, ya decimos, desconocida para muchos, era digna de resañar, sobre todo para un humilde de la época como era el conjunto jerezano. Y es que Hodgson, que llegaba al Xerez procedente del Middlesbrough, en aquella época equipo de Tercera División, tiene el privilegio histórico de ser el único jugador del Xerez con una Copa de Europa.
Retrocedamos unos años. Temporada 1982/83. El Liverpool todopoderoso de Rush, Lee, Souness  o Dalglish se gasta 450.000 libras de la época en fichar a un rudo y joven jugador  de 22 años que había despuntado en el Middelsbrough. Hodgson llega a Anfield con un futuro brillante tras ser internacional con la sub’21 inglesa, aunque con un bajo porcentaje goleador. Solo 20 goles en 140 partidos con el ‘Boro’, una imagen que David no tarda en variar, ya que en septiembre se estrena como goleador con los ‘reds’ y ante todo un Arsenal. En el antiguo Highbury, y acompañando a Rush y Dalglish, comienza la carrera meteórica de un Hodgson que marcó hasta cuatro goles en esos seis primeros partidos, debuta en Copa de Europa con gol ante el  Dundalk irlandés y firma una temporada brillante para su edad, con 34 partidos jugados y ocho goles.
Sin embargo, fue el inicio del fin de una estrella en ciernes. La temporada que más recuerdan los antiguos hinchas de los ‘reds’, en la que se consigue la Copa de Europa al vencer a la Roma desde los once metros, fue también la que llevó a Hodgson a la dura realidad de un fútbol que cambiaba por delante de sus narices. El delantero, espigado y muy parecido a la estrella del Liverpool de aquel momento, Rush, solo juega once partidos, haciendo dos goles. En su haber está el poder levantar la Copa de Europa en el césped del Estadio Olímpico de Roma, uno de los títulos de un extenso palmarés; una copa de Europa, dos Premier, una Community Shield y dos Copas de la Liga.
Pero la llegada de un viejo conocido de la Liga Española como Michael Robinson, así como el cambio de sistema que puso Joe Fagan en liza, llevaron a Hodgson a marcharse al Sunderland. No supo adaptarse a un puesto como el extremo diestro, donde Sammy Lee, otro viejo conocido en España tras su paso por Osasuna, y decidió marcharse. Cómo debió marcharse el delantero que su entrenador le increpó, avisándole que iba a seguir jugando en el Liverpool. Y cómo debía ser Hodgson, que hasta Roy Evans, mítico jugador de los ‘reds’ y por aquel entonces ayudante del entrenador, le envió un trofeo en el que se leía el siguiente mensaje: “¡Buena suerte, viejo cabrón¡”
A partir de ahí llegó el devenir aventurero de este inglés espigado. Norwich, Sunderland, Middlesbrough, Mazda (Japón), Metz (Francia) y el Xerez. Como azulino, a pesar de su extenso palmarés y su trayectoria como goleador, no tuvo su mejor año. Los que jugaron con él en el equipo dicen que era alto y fuerte, pero no se adaptó a la ciudad y una lumbalgia lo apartó demasiado tiempo de los terrenos de juego.
El primer, y único, ganador de una Copa de Europa que ha tenido el Xerez, el primer ‘red’ que ha jugado en el conjunto jerezano, dejó hace años la primera fila del fútbol. Ahora es Director de Deportes de una Asesoría de Darlington, ha escrito un libro ‘Three Times A Quaker: Mi mundo de fútbol y la pasión por Darlington FC’ y se encuentra desconectado de ese mundo del fútbol que le dio lo mejor, pero también lo peor.

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